El Distrito de San Juan, Guaynabo y Aguas Buenas merece más

Hoy, el Distrito de San Juan es la región de mayor desigualdad social en todo el continente americano y una de las de mayor desigualdad de todo el mundo. Mientras esto ocurre, el Gobierno en su País de las Maravillas, sigue soñando con trenes que no llegan a ningún lugar, con un desarrollo urbano que no responde a las necesidades de sus ciudadanos, y por supuesto con asfaltado, porque en este país nos encanta asfaltar. Se ha convertido en el nuevo indicador de progreso y desarrollo. En su visión de país, si su calle está asfaltada, eso significa que el gobierno está “haciendo que las cosas pasen”. Esto es un reflejo de cuán trastocadas están las prioridades de este gobierno. Seguir leyendo...

CENTROS COMUNITARIOS RESILIENTES

La fuerza de nuestro país está en las comunidades. Puerto Rico se levantó luego del Huracán María desde las comunidades y los gobiernos municipales. Esa fue la lección más grande que nos dejó una de las experiencias más devastadoras que ha vivido nuestra isla. No hay duda del rol que asumieron coordinando comedores comunitarios, centros de cuido infantil, monitoreo de nuestros adultos mayores, gestión para centros comunitarios de generación de energía solar, centros de acopio, entre muchas otras gestiones de asistencia y apoyo que fueron coordinadas desde las organizaciones comunitarias y los municipios.

La propuesta para el desarrollo de Centros Comunitarios Resilientes surge como respuesta a la necesidad de diseñar centros comunitarios capacitados para enfrentar cambios climáticos, sociales y económicos. Y que, a la misma vez, sirvan como centros comunitarios educativos y de desarrollo socio-económico a través de todo el año. Esta dualidad de estar preparados para una emergencia, pero también ser relevantes y activos durante todo el año, es de gran importancia para asegurar que, año tras año, la comunidad incremente su capacidad organizacional para efectuar cambios positivos.

La respuesta a la mayoría de los retos que enfrenta el país está en nuestras comunidades.

EDUCAR PARA LA PAZ

Necesitamos educar para la paz. Una cultura de paz fortalece la cohesión social, la erradicación de la violencia y la formación del capital social que sustentan la democracia, la seguridad y el desarrollo.

Promover los derechos humanos y deberes ciudadanos
Promover la equidad mediante currículos con perspectiva de género
Fomentar un desarrollo inclusivo y sostenible, superando la pobreza y generando crecimiento económico responsable con el ambiente.
Desarrollar capacidades para la convivencia, fundamentales para el funcionamiento social, tanto en el ámbito familiar, como laboral y ciudadano.

Muchas de las soluciones a los retos que enfrenta el país ya han sido propuestos por organizaciones comunitarias. No hay que reinventar la rueda. La violencia de género, contra la niñez, contra los adultos mayores, necesitan más que nada voluntad política para poner en vigor las propuestas y programas existentes, y la asignación de fondos adecuada para una implantación efectiva.

MEDIOAMBIENTE Y CAMBIO CLIMÁTICO

Necesitamos generar una política pública más sensible pero robusta para fomentar la resiliencia urbana; desarrollar nuevas iniciativas de financiamiento para la promoción de acciones de adaptación; fortalecer los lazos de cooperación y colaboración multisectorial; desarrollar campañas de capacitación y educación en las comunidades vulnerables; y la integración de consideraciones del cambio climático en los instrumentos de planificación municipal.

Algunos de los retos que enfrentamos:

Descarga de aguas negras en playas del Condado
Contaminación por plomo y asbesto en comunidades como Machuchal
Constantes inundaciones agravadas por la falta de mantenimiento de sistema de alcantarillado
Calor extremo agravado por la deforestación
Erosión costera agravada por el desarrollo desmedido y la falta de planificación sensible al ambiente
Canalización de ríos, su impacto al ambiente y ecosistemas

ADULTOS MAYORES

La Encuesta sobre la Comunidad de Puerto Rico del Censo para el periodo del 2017 al 2021 detectó que de 703,925 adultos mayores de 65 años que viven en la Isla hay 175,328 o lo equivalente a un 14.7% que viven solas. El grupo que predomina son las mujeres, con 114,437.

La percepción de vulnerabilidad que experimentan los adultos mayores los empuja al aislamiento, una realidad que los vuelve vulnerables. Muchos adultos mayores carecen de una red de apoyo sólida, y la emigración, familias más pequeñas y la distancia física los dejan expuestos a actos delictivos y a la violencia.

Áreas prioritarias de acción:

Servicios de salud en el hogar
Programas de apoyo a cuidadores informales
Programas de educación y planificación financiera, prevención de fraude, empleos y empresarismo
Promover comunidades resilientes y sensibles a las necesidades de la comunidad de adultos mayores
Promover programas de educación, conexión social y recreación

DESIGUALDAD SOCIAL

Hoy, el Distrito de San Juan es la región de mayor desigualdad social en todo el continente americano, desde Canadá hasta Argentina, y la tercera de mayor desigualdad de todo el mundo. No nos podemos conformar con dos países en uno mismo, donde más de la mitad de su gente vive bajo niveles de pobreza. La desigualdad social no es lo mismo que la pobreza, pero es su causa principal.

Como vecinos de San Juan, Aguas Buenas y Guaynabo, tenemos una responsabilidad ineludible con la protección de los derechos de los sectores vulnerabilizados, pero también una gran responsabilidad histórica con la erradicación de la pobreza y con atajar la brecha de desigualdad social en nuestras comunidades.

Tenemos que promover el crecimiento de los ingresos del 40 % más pobre de la población a una tasa superior a la media nacional.
Empoderar y promover la inclusión social, económica y política de todos y todas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión o condición económica o de otro tipo.
Garantizar la igualdad de oportunidades y reducir las desigualdades eliminando políticas y prácticas discriminatorias, y promoviendo la legislación para su erradicación.